Un estudio español ha arrojado luz sobre los mecanismos que se encuentran detrás del daño cardiaco provocado por las antraciclinas, un fármaco comúnmente utilizado en el tratamiento del cáncer. La investigación, realizada en por un equipo del del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y publicada en la revista ‘JACC: CardioOncology‘, identifica posibles terapias para esta complicación.

El equipo han descubierto que uno de los primeros signos de daño cardiaco inducido por quimioterapia es la atrofia de las células del corazón, causado por el daño a las fibras del cardiomiocito (células cardiacas), puede ser un precursor de la cardiotoxicidad a largo plazo.

A raíz de estos resultados, se analizando si una dieta alta en proteínas podría prevenir esta atrofia temprana y, por ende, reducir el riesgo de cardiotoxicidad. Los resultados preliminares son alentadores, reconocen los investigadores, lo que sugiere que una dieta hiperproteica, posiblemente con suplementos de proteínas, podría ser beneficiosa.

Además, se ha observado una reducción significativa en el metabolismo de los ácidos grasos en las etapas tempranas de la cardiotoxicidad. Se cree que aumentar este metabolismo, posiblemente a través de una dieta rica en ácidos grasos Omega 3, podría ser otro enfoque efectivo para prevenir la toxicidad cardiaca.

Este abordaje nutricional se implementaría antes de cada ciclo de quimioterapia, con la esperanza de preparar el corazón para resistir mejor los efectos dañinos de los medicamentos, potencialmente evitando así complicaciones graves en el futuro.

Con más de 4 millones de diagnósticos de cáncer cada año en Europa, el tratamiento oncológico ha mejorado significativamente, aumentando las tasas de supervivencia. Sin embargo, las antraciclinas, utilizadas en la primera línea de tratamiento para diversos tipos de cáncer junto con otros medicamentos, pueden causar toxicidad cardiaca. Se estima que alrededor de 3 millones de pacientes en Europa reciben tratamiento con antraciclinas anualmente, con un tercio desarrollando algún tipo de toxicidad cardiaca, y más del 5% enfrentando daño cardiaco irreversible que resulta en insuficiencia cardiaca crónica.

A pesar de décadas de uso, la falta de comprensión completa de los mecanismos moleculares detrás del daño cardiaco ha obstaculizado el desarrollo de tratamientos efectivos.

Metabolismo cardiaco

El equipo liderado por Borja Ibáñez del CNIC se centró en el metabolismo cardiaco, particularmente en las mitocondrias, en un modelo experimental, identificando los mecanismos implicados en este proceso.

Ibáñez explica que el corazón, como el órgano con mayores demandas energéticas del cuerpo, depende de un suministro energético continuo, principalmente proporcionado por las mitocondrias. Su equipo observó alteraciones metabólicas significativas en el corazón causadas por las antraciclinas, afectando el transporte de combustibles y la producción energética mitocondrial, incluso antes de que se manifestara una disminución en la función contráctil del corazón.

Estas alteraciones metabólicas, señala Anabel Díaz-Guerra, primera autora del estudio, «conducen a la atrofia cardiaca precoz, una manifestación temprana de daño irreversible, incluso antes de que se detecte la disfunción cardiaca con las técnicas convencionales».

Los investigadores aseguran que estos datos representan un paso importante hacia el desarrollo de estrategias preventivas para proteger la salud cardiovascular de los pacientes durante el tratamiento del cáncer.

A pesar de que la mortalidad por cáncer de mama haya disminuido más del 40 % en la mayoría de los países de ingresos altos, una informe publicado en ‘The Lancet‘ alerta de que, en 2040 un millón de personas morirán por esta enfermedad, especialmente, en países de renta media y baja.

Según el informe, en 2020, 7.8 millones de mujeres estaban vivas después de ser diagnosticadas en los cinco años previos. Sin embargo, en ese mismo año, 685.000 mujeres fallecieron a causa de la enfermedad.

Las estimaciones sugieren que la incidencia global de cáncer de mama aumentará de 2.3 millones de nuevos casos en 2020 a más de 3 millones para 2040, y se proyecta un millón de muertes por la enfermedad por año para 2040. Los países de ingresos bajos y medianos se ven desproporcionadamente afectados. Aunque el cáncer de mama es el cáncer más común, las brechas en el conocimiento continúan impidiendo una acción efectiva.

Por ejemplo, no se conoce el número de personas viviendo con cáncer de mama metastásico, lo que dificulta la provisión de tratamiento y cuidado. Al mismo tiempo, la escala del sufrimiento relacionado con el cáncer de mama y otros costes no están bien medidos; «la sociedad y los responsables de políticas actualmente ven solo la punta de un iceberg», dicen las autoras de la Comisión.

A pesar de los avances significativos en investigación, tratamiento y supervivencia, persisten graves inequidades y muchas pacientes son sistemáticamente dejadas atrás; por ejemplo, el desconocimiento sobre el número de pacientes que viven con cáncer de mama metastático y sus necesidades, o los costes asociados al cáncer de mama –incluidos los costes físicos, psicológicos, sociales y económicos– que, según el informe, son inmensos pero están infravalorados y muchos no se reflejan en los indicadores sanitarios mundiales.

El cáncer de mama metastásico es un ejemplo claro del progreso desigual en el cáncer de mama. El documento destaca que registrar las recaídas en los registros de cáncer para identificar las pacientes con cáncer de mama metástasico y cambiar las actitudes sociales negativas hacia este tumor podría facilitar un apoyo óptimo para esta población de pacientes.

En cuanto a los costes del cáncer de mama estos pueden ser financieros, físicos, psicológicos, emocionales y sociales, con impactos en pacientes, familias y la sociedad en general.

Los costes del cáncer de mama pueden ser financieros, físicos, psicológicos, emocionales y sociales

El texto denuncia que muchos de los costes asociados con el cáncer de mama no se miden adecuadamente y son pasados por alto por los responsables de políticas y la sociedad.

Las mujeres con cáncer de mama a menudo reportan una sensación de desempoderamiento después del diagnóstico. La Comisión sugiere que una mejor comunicación entre pacientes y profesionales de la salud es una intervención crucial que puede mejorar la calidad de vida, la imagen corporal y la adherencia a la terapia, con impactos positivos en la supervivencia.

«El trabajo es muy bueno y muy interesante. Pone de manifiesto las oportunidades para la mejora integral (prevención, tratamiento y seguimiento) del abordaje de cáncer de mama, el más frecuente a nivel mundial», asegura a Science Media Centre, Olga Monteagudo Piqueras, jefa del Servicio de Promoción y Educación para la Salud en la Consejería de Salud de la Región de Murcia, Dirección General de Salud Pública y Adicciones.

Hasta el 15 de junio se podrán presentar las iniciativas para cada una de las categorías de estos prestigiosos galardones

Entrega de los XIII Premios ABC Salud el pasado mes de noviembre Belén Díaz

Médicos, enfermeras, farmacéuticos, hospitales, laboratorios, empresas de tecnología, fundaciones y proyectos innovadores relacionados con el mundo sanitario están convocados a la décimocuarta edición de los Premios ABC Salud, que reconocen la labor de profesionales e instituciones sanitarias.

Hasta el 15 de junio de 2024 se podrán presentar en www.premiosabcsalud.com los proyectos e iniciativas que, por su relevancia, opten a los tradicionales galardones del diario ABC.

Los premios se dividen en las siguientes categorías : Medicamento, Tecnología Sanitaria, Mejor Proyecto o Iniciativa de Enfermería, Mejor Proyecto o Iniciativa de Farmacia, Hospital Privado, Hospital Público, Fundación Sanitaria y Médico o Científico.

Los premios ABC Salud 2024 aspiran a ser el reflejo de lo acontecido durante este último año. Por eso, animan a todos los agentes sanitarios e instituciones a presentarse a estos galardones con las iniciativas que han ayudado a mejorar la salud de la población española.

Como en todas las ediciones, será un jurado formado por personas de reconocido prestigio en el sector de la salud y la sanidad el que decida quiénes son los ganadores


Los animales domésticos, como perros y gatos, pueden desempeñar un papel en la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos. Lo asegura un estudio realizado en Portugal y el Reino Unido que revela que las mascotas enfermas pueden transmitir bacterias multirresistentes a sus dueños sanos, lo que señala a las como reservorios de resistencia antimicrobiana.

Y no solo en estos dos países, comenta a ABC Salud la autora del estudio, Juliana Menezes, del Laboratorio de Resistencia a los Antibióticos en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Lisboa (Portugal). « Estos hallazgos son aplicables a otros países».

La investigadora reconoce que aunque la posesión de mascotas es beneficiosa para la salud humana, tanto física como mental, «el intercambio de bacterias entre diferentes hospedadores puede ocurrir en cualquier dirección. Informes similares de intercambio de bacterias resistentes a los antibióticos se han documentado en otros países europeos, como los Países Bajos y Rumania».

La resistencia a los antibióticos es un problema creciente en todo el mundo, con más de 1,2 millones de muertes al año debido a infecciones resistentes a medicamentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que esta cifra podría aumentar a 10 millones para 2050 si no se toman medidas urgentes.

Menezes destaca la importancia de comprender la transmisión de bacterias resistentes entre humanos y mascotas. «Este estudio desafía la creencia de que los humanos son los principales portadores de bacterias resistentes en la comunidad», afirma. Las mascotas pueden actuar como reservorios de mecanismos resistentes, facilitando la rápida propagación de bacterias resistentes a los antibióticos al contaminar otros entornos y hospedadores.

Este estudio desafía la creencia de que los humanos son los principales portadores de bacterias resistentes en la comunidad

Juliana Menezes

Universidad de Lisboa

El estudio que se presentará en el Congreso Global ESCMID en Barcelona, analizó muestras de mascotas y sus dueños para detectar bacterias resistentes a los antibióticos comunes, incluyendo cefalosporinas de tercera generación y carbapenémicos. Los resultados mostraron que las bacterias resistentes se transmitieron entre mascotas enfermas y humanos en varios hogares, sugiriendo un vínculo directo.

«La transmisión bacteriana puede ocurrir a través de diversos medios, incluido el contacto directo con mascotas, como acariciar, tocar o besar. Además, la manipulación de desechos de mascotas y entornos contaminados también puede contribuir a la transmisión», explica.

Prevenir con higiene

Menezes enfatiza la importancia de incluir hogares con mascotas en programas de monitorización de resistencia a antibióticos y ofrece recomendaciones para prevenir la transmisión. «Es crucial practicar una buena higiene, lavarse las manos después de interactuar con las mascotas y considerar el aislamiento de las mascotas enfermas para evitar la propagación de bacterias», aconseja.

A pesar de los desafíos, todos los perros y gatos del estudio fueron tratados con éxito por sus infecciones, y ninguno de los propietarios necesitó tratamiento. Sin embargo, este estudio destaca la necesidad de una mayor conciencia sobre la resistencia antimicrobiana en entornos domésticos, tanto para proteger la salud animal como humana.

Considerando el creciente número de animales domésticos, la experta no cree que se esté perdiendo la guerra contra los superbacterias. «Aunque existen desafíos, entender la transmisión de la resistencia antimicrobiana es crucial para desarrollar intervenciones dirigidas para mitigar su propagación. Al implementar prácticas de higiene mejoradas, medidas de aislamiento durante períodos de enfermedad de mascotas e iniciativas educativas que promuevan el uso responsable de antibióticos, podemos reducir significativamente el riesgo de transmisión bacteriana entre animales de compañía y humanos.

La experta concluye que entender la transmisión de bacterias resistentes a los antimicrobianos de las mascotas a los humanos es crucial porque nos permite combatir eficazmente la resistencia antimicrobiana en ambas poblaciones, humana y animal. «Al identificar cómo ocurre esta transmisión, podemos desarrollar estrategias para impedirla y prevenir la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos entre mascotas y humanos. «Este conocimiento es esencial para salvaguardar la salud pública y garantizar la efectividad de los tratamientos antimicrobianos tanto en medicina veterinaria como humana».

Y por último algunas recomendaciones, como mejorar las prácticas de higiene, medidas de aislamiento durante períodos de enfermedad de mascotas e iniciativas educativas que promuevan el uso responsable de antibióticos tanto en medicina humana como veterinaria. Las campañas educativas dirigidas a los propietarios de mascotas, veterinarios y el público en general son cruciales para fomentar la conciencia y promover las mejores prácticas», agrega.

La manzanilla representa un valor seguro de la herbolaria, aunque se recomienda un consumo moderado. En sus tejidos se hallan hasta 200 clases de fitoquímicos, incluyendo flavonoides y terpenos, dos grupos de compuestos vegetales responsables de algunas de las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que han hecho a esta planta la preferida de los fitoterapeutas desde tiempos de los egipcios.

Hablar de manzanilla implica hablar, en realidad, de muchos tipos de plantas. En este artículo solo nos referiremos a las dos especies más comerciales y con gran importancia medicinal: Matricaria chamomilla, también conocida como ‘manzanilla dulce’, y Chamaemelum nobile o ‘manzanilla romana’. Ambas especies guardan cierto parecido con las margaritas, porque pertenecen a la misma familia.

El origen de la manzanilla se identifica con el llamado Viejo Mundo y llegó a América en la época de la colonia. Hoy en día, se cultiva en casi todas partes por su amplio poder curativo.

Resulta eficaz para tratar problemas estomacales como la indigestión, así como para reducir los cólicos. Además, disminuye la inflamación, sirve para relajar los espasmos musculares y evitar úlceras. También resulta útil como infusión (té de manzanilla), para adornar algunos platos y hasta para fabricar cremas, aceite para masajes, champú y jabón.

¿Por qué la manzanilla tiene efectos beneficiosos para la salud

La manzanilla se asocia a beneficios medicinales en la salud debido a que tiene compuestos con actividad biológica, conocidos como fitoquímicos.

La ciencia dice que existen más de 200 fitoquímicos en esta planta, entre los que destacan los flavonoides y terpenos, que se encuentran principalmente en las flores y, en menor concentración, en tallos y hojas. Para su uso y estudio en forma purificada, los flavonoides se extraen con agua o con mezclas de agua y alcohol. Los terpenos se hallan en el aceite esencial, que se obtiene a través de la destilación.

Es crucial tener en cuenta que la cantidad y tipos de fitoquímicos en la planta varían según los factores de siembra. Esto significa que la manzanilla puede mostrar pequeñas diferencias en el contenido de dichos fitoquímicos en función del lugar del mundo donde se haya cultivado.

Esta variación influye en la calidad y potencia de los productos derivados de la manzanilla, como los tés, extractos y aceites esenciales. Aún así, la ciencia ha demostrado los efectos beneficiosos generalizados de la manzanilla en varias formas de preparación y uso.

Un típico aroma a manzana muy apreciado

En los laboratorios se llevan a cabo experimentos administrando diferentes dosis de preparaciones de manzanilla a animales, cultivos de células o personas, durante un tiempo específico. Con estos modelos –llamados in vivo, in vitro o clínicos, respectivamente– es posible relacionar la dosis de una preparación con los efectos biológicos generados y proponer una dosificación terapéutica. Los estudios han confirmado los efectos positivos para la salud que generan los terpenos, flavonoides y cumarinas de la manzanilla.

Desde un punto de vista económico, la manzanilla se valora por sus aceites esenciales ricos en terpenos. Estos le confieren su típico aroma a manzana, del cual proviene su nombre común, altamente estimado en las industrias incluyendo la farmacéutica y cosmética.

Los terpenos son los compuestos mayoritarios en las flores de manzanilla y en este grupo destacan el bisabolol y el azuleno.

El bisabolol es un compuesto bioactivo muy abundante en la flor de la planta. Estudios hechos en células aseguran que reduce la inflamación al inhibir las enzimas que la favorecen.

Por otro lado, puesto que regula el nivel de acidez en el estómago, se asocia con beneficios digestivos, como antirritante y gastroprotector. Asimismo, facilita la cicatrización y es efectivo como analgésico.

El azuleno es el causante del color azul del aceite esencial de manzanilla. Es útil por su poder antioxidante y antiinflamatorio, ya que reduce moléculas dañinas conocidas como radicales libres implicadas en estos procesos. Diversos estudios señalan que reduce el desarrollo de células cancerígenas y que tiene valor terapéutico en la práctica clínica con pacientes oncológicos.

Antiinflamatorios que previenen el cáncer

La apigenina y luteolina son los flavonoides más abundantes y le brindan propiedades antiinflamatorias, ayudan a expulsar gases, tienen efecto antiespasmódico y sedativo. Además, estudios sugieren que la apigenina también reduce el riesgo de cáncer, ya que disminuye la proliferación en líneas celulares asociadas a tumores de próstata. Sumado a ello, el consumo de apigenina por un largo tiempo ha mostrado que disminuye la obesidad y los niveles de lípidos en plasma.

Las cumarinas, como la herniarina y la umbeliferona, tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Sin embargo, su valor radica en su capacidad, demostrada en estudios científicos, para reducir el riesgo de la formación de cáncer debido a su actividad citotóxica.

Por último, los compuestos fenólicos y los flavonoides se relacionan con el efecto antioxidante de la manzanilla. Esta resulta útil para el cuidado de la piel y para tratamientos faciales que mejoran la elasticidad de la dermis y evitan procesos bacterianos.

Formas de uso de la manzanilla y sus beneficios

La manzanilla se puede comprar en varias formas: fresca o seca, sobres para infusión, gotas de extracto y aceite esencial. La elección de la forma de uso depende del resultado deseado, ya que el contenido de fitoquímicos varía.

Se puede preparar en forma de infusiones o de té herbal, para lo que se recomienda utilizar de dos a cuatro gramos de flor seca y beberla tres veces al día. Esta forma de uso es rica en compuestos fenólicos, flavonoides, cumarinas y alfa-bisabolol. Por lo tanto, ayuda a curar cólicos y diarrea en niños, tiene efectos sedativos y antioxidantes.

Hace poco se comprobó que beber la infusión de manzanilla mejora algunos parámetros ligados con la obesidad y la diabetes, ya que regula el nivel de glucosa en sangre. El uso tópico de la infusión ayuda a curar la infección en piel y mucosas, de forma especial en la garganta, ojos y boca.

También se emplea para lavar los ojos y heridas, eliminando los gérmenes. Y se sugiere inhalar los vapores de la infusión de manzanilla para curar el resfriado común.

Tomar de uno a cuatro mililitros de extracto de manzanilla, elaborado con agua y alcohol, tres veces al día proporciona efectos sedantes a causa de los flavonoides. También se puede usar como cardioprotector por la capacidad de estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos.

Por otro lado, un estudio realizado por científicos chilenos señala que usar extractos de manzanilla dos veces al día ayuda a curar la gingivitis, gracias a la reducción de la inflamación.

¿Existen efectos tóxicos al consumir manzanilla?

No se dispone de datos científicos suficientes para demostrar un efecto tóxico por el consumo de manzanilla. Por lo tanto, la FDA (U.S. Food and Drug Administration) la ha clasificado como un producto GRAS, es decir, una planta segura de consumir, basándose en su uso histórico y en evidencias científicas existentes.

Sin embargo, hay una pequeña parte de la población que es alérgica a ella y puede sufrir reacciones indeseadas. También quienes sufren de fiebre del heno han mostrado efectos negativos al consumirla. Por ello se recomienda acudir con un experto de la salud si se experimentan efectos no deseados.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

SOBRE EL AUTOR

Joel de Jesús Barba Franco y Xochitl Aparicio Fernández

Joel de Jesús Barba Franco es estudiante de doctorado, Universidad de Guadalajara.

El melanoma, la forma más letal de cáncer de piel, representa un desafío significativo para la ciencia médica a medida que las tasas de incidencia globales continúan aumentando.

En la búsqueda de tratamientos más efectivos, los avances recientes apuntan al empleo del empleo de pruebas genéticas para identificar mutaciones específicas para así diseñar una terapia personalizada que pueda dar una solución al cada vez más numeroso número de casos.

Desgraciadamente, tal y como explica un español realizado en el Centro de Regulación Genómica (CRG) en Barcelona, desvela una información nada halagüeña: los melanomas tienen la capacidad de burlar los medicamentos. ¿Cómo? Rompiendo los genes.

«La resistencia a los medicamentos contra el melanoma es una amenaza inminente, afectando a casi todos los pacientes con mutaciones BRAF que está bajo terapia dirigida», señala Francisco Aya Moreno. Por eso, subraya, es urgente comprender los mecanismos que están detrás de esta resistencia.

La investigación que se publica en ‘Cell Reports‘ descubre un mecanismo novedoso por el cual los melanomas superan las estrategias de tratamiento.

Lo que la investigación desvela es que las células del cáncer, en respuesta a los tratamientos, tienen un mecanismo que es capaz de fragmentar segmentos de su gen BRAF, una diana crucial para la inhibición del cáncer.

Explican los investigadores en su trabajo que esta fragmentación, denominada deleciones genómicas, permite al tumor generar versiones alternativas de la proteína BRAF, llamadas altBRAFs, que evitan los efectos de los inhibidores de BRAF, reactivando así las vías de crecimiento del cáncer.

Lo que es aún más alarmante es que estas deleciones genómicas parecen ocurrir incluso antes del inicio del tratamiento, insinuando una capacidad preexistente dentro de los melanomas para imitar la resistencia a los medicamentos.

Este hallazgo subraya la importancia de un perfilado genético completo antes del tratamiento, potencialmente revolucionando la eficacia de las intervenciones terapéuticas iniciales.

Otros cánceres

Además, las implicaciones del estudio se extienden más allá del melanoma. Se ha encontrado evidencia de deleciones genómicas y altBRAFs similares en otros tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón no microcítico, el cáncer de mama, el cáncer de riñón y el cáncer de próstata. Esto sugiere una aplicación más amplia para los tratamientos dirigidos, ofreciendo esperanza para los pacientes en diversas malignidades.

Moreno aboga por la inclusión de cohortes de pacientes diversas en ensayos clínicos para inhibidores de RAF de segunda generación, que exhiben un espectro más amplio de acción y podrían contrarrestar potencialmente la actividad altBRAF.

Este enfoque ampliado podría marcar un avance significativo en la batalla contra los cánceres resistentes a los medicamentos.

El estudio no solo descubre la mecánica de la resistencia al melanoma, sino que también subraya la invaluable sinergia entre la perspicacia clínica y la investigación científica.

Cuando llegamos a una determinada edad, empezamos a notar más el paso del tiempo en nuestra mente y nuestro cuerpo. Así, el envejecimiento se vuelve una de las preocupaciones de los adultos que han dejado atrás la juventud. Más allá de signos visibles como las arrugas, las canas, las manchas en la piel o la pérdida de brillo en la piel, son los que no se ven de los que debemos estar más pendientes.

Perder la memoria, el apetito, la capacidad para dormir, la agilidad o la capacidad pulmonar son algunos de los muchos problemas que pueden aparcer con el paso de los años y a ello se suman posibles enfermedades que puedan aparecer. Aunque es normal llegar a la tercera edad con algunos achaques, la ciencia lleva tiempo detrás del envejecimiento prematuro, el cual nos hace llegar a viejos con mucha peor salud de la que deberíamos.

Así, muchos estudios e investigaciones se centran en dar con claves sobre las causas del envejecimiento prematuro y, recientemente, se ha publicado uno nuevo en ‘Nature Cell biology’ donde se indica una sustancia que estaría provocando envejecimiento prematuro además de dañar el ADN.

Ha sido el grupo de investigadores de la Universidad de Nagoya, en Japón, quienes han hallado que un compuesto llamado aldehído, provoca daños en el ADN y se asocia al envejecimiento prematuro. Además, este descubirmiento revela datos sobre enfermedades que se relacionan con el rápido envejecimiento como la progeria, que es un raro trastorno hereditario que acrecenta el riesgo de cáncer.

Este estudio indica, por tanto, que una de las claves para combatir el envejecimiento precoz en humanos sanos y prevenir el riesgo en el ADN sería eliminar la exposición o ingesta de sustancias que contengan o causen aldehídos, siendo estas algunas cotidianas como el alcohol. El grupo de investigadores japoneses propone, por primera vez, «una relación entre el daño del ADN derivado del aldehído y el envejecimiento prematuro», tal como indica Yasuyoshi Oka, uno de los autores del estudio.

La clave está en los aldehídos

El síndrome AMeD es un trastorno del envejecimiento prematuro que está relacionado con la razón por la que la mayoría de personas asiáticas se ponen rojas al beber alcohol. Así, este síndrome, cuenta con una actividad rara del aldehído hidrogenasa, que descompone los aldehídos. Así que, si los niveles de estas enzimas son bajos, se acumularían los acetaldehídos, causantes de que nos encontremos mal después de beber, algo conocido como ‘resaca’, pero que también puede derivar en problemas de salud más serios. El estudio indica que, con deficiencia de aldehído deshidrogenasa, beber puede hacerte tener más riesgo de cáncer de esófago, de estómago o de boca.

El daño en el ADN producido por aldehídos estaría detrás, en parte, del proceso de envejecimiento prematuro en personas que están sanas. Por tanto, eliminar sustancias como el alcohol, el tabaco, exponernos a la contaminación o al humo, sería clave para que los aldehídos no estuvieran presentes ni produjesen estos daños en el organismo.

Respecto a posibles fármacos que puedan ayudarnos en el envejecimiento adelantado: «El desarrollo de fármacos terapéuticos no ha progresado porque no hemos comprendido plenamente las causas del síndrome AMeD y del síndrome de Cockayne», explica Oka. Y continúa afirmando: «Estamos allanando el camino para futuros estudios destinados a desarrollar tratamientos e intervenciones novedosos».

Un estudio publicado en ‘The BMJ‘ revela que una sola dosis de esketamina, administrada inmediatamente después del parto, puede reducir los episodios depresivos mayores en mujeres con síntomas depresivos durante el embarazo (depresión prenatal).

La esketamina, una de las dos formas principales de ketamina, está aprobada en España desde 2022 para la depresión mayor resistente al tratamiento tratamientos estándar. Ahora, se ha dado un paso más lejos y se ha probado en un grupo de 361 que presentaban síntomas depresivos leves durante el embarazo

La depresión durante el embarazo y el período postparto es una situación común que puede tener efectos adversos tanto en las madres como en sus bebés.

La esketamina tiene un efecto antidepresivo de inicio rápido para la depresión resistente al tratamiento, sin embargo, el efecto para las madres con depresión perinatal no está claro.

En este contexto, investigadores con base en China y EE. UU. han explorado el potencial de la esketamina, derivada de la ketamina, como tratamiento para la depresión perinatal.

El estudio se llevó a cabo con 361 madres de edad media de 32 años, reclutadas en cinco hospitales chinos entre junio de 2020 y agosto de 2022. Estas mujeres presentaban síntomas depresivos leves durante el embarazo y estaban preparándose para el parto. Ninguna de las participantes tenía antecedentes médicos de depresión ni había sido diagnosticada con depresión durante el embarazo.

Las participantes fueron asignadas al azar para recibir una inyección intravenosa de esketamina o un placebo, más de 40 minutos después del parto. Se les realizó un seguimiento mediante entrevistas entre 18 y 30 horas después del parto, y luego a los 7 y 42 días.

Los resultados mostraron que el grupo que recibió esketamina experimentó una reducción significativa en los episodios depresivos mayores en comparación con el grupo que recibió placebo.

Además, las madres que recibieron esketamina mostraron puntuaciones más bajas de depresión en diferentes escalas de evaluación.

Aunque se observaron más eventos adversos neuropsiquiátricos en el grupo de esketamina, como mareos y visión doble, estos síntomas fueron de corta duración y no requirieron tratamiento farmacológico.

Los investigadores señalan que este estudio amplía la comprensión existente sobre el uso de dosis bajas esketamina para tratar la depresión posparto, al centrarse en mujeres con depresión prenatal preexistente.

A pesar de las limitaciones del estudio, como la exclusión de mujeres con trastornos del estado de ánimo previos al embarazo y el corto período de seguimiento, los resultados sugieren que la esketamina en dosis bajas podría considerarse como una opción terapéutica para mujeres con síntomas de depresión prenatal.

Los investigadores concluyen que este estudio proporciona evidencia prometedora sobre el potencial de la esketamina para reducir la depresión en nuevas madres y destaca la importancia de seguir investigando en esta área para mejorar la salud mental perinatal.

Cada vez hay más evidencias que vinculan el consumo de carnes rojas y procesadas con mayor riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles, que representaron alrededor del 70% de todas las muertes a nivel mundial en 2019. Las patologías coronarias, los ictus, la diabetes y el cáncer colorrectal representaron casi la mitad (44%) de esta cifra, pero la enfermedad de las arterias coronarias se llevó la mayor parte.

El tipo de dieta es tan fundamental para nuestra salud que hacerlo mal nos pone al mismo nivel de riesgo que fumar o tener hipertensión. Ya lo advirtió este estudio publicado en The Lancet en 2019: Una de cada cinco muertes en el mundo , lo que equivale a 11 millones de fallecimientos, está asociada a un patrón de alimentación inadecuado, y esto contribuye a una variedad de enfermedades crónicas en personas de todo el mundo.

Ahora, un análisis de datos publicado en la revista BMJ Global Health asegura que cambiar la carne roja por peces forrajeros, como el arenque, las sardinas y las anchoas, podría salvar hasta 750.000 vidas al año en 2050 y reducir significativamente la prevalencia de discapacidad como resultado de patologías relacionadas con la alimentación.

Adoptar este tipo de dieta sería especialmente útil para los países de ingresos bajos y medios, donde este tipo de pescado es barato y abundante, y donde el costo de las enfermedades cardíacas, en particular, es alto, según los investigadores.

Los peces forrajeros marinos son ricos en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 (DHA y EPA), cuya ingesta puede prevenir enfermedades coronarias, además de ser abundantes en calcio y vitamina B12. También tienen la huella de carbono más baja de cualquier fuente de alimento animal, señalan los investigadores.

Si bien varios estudios han revelado los posibles beneficios nutricionales y ambientales del pescado forrajero, no estaba claro hasta qué punto podrían reducir la carga mundial de enfermedades si sustituyeran a la carne roja. En un intento por averiguarlo, los investigadores crearon 4 escenarios diferentes, cada uno de los cuales representa un patrón diferente de asignación de peces forrajeros a nivel mundial, utilizando datos para el consumo proyectado de carne roja en 2050 para 137 países y datos históricos sobre la captura de peces forrajeros en hábitats marinos.

Su análisis muestra que, si se adoptara ampliamente para el consumo humano directo, el pescado forrajero podría proporcionar beneficios sustanciales para la salud pública, particularmente en términos de reducir la aparición de enfermedades coronarias, afirman los investigadores.

A nivel mundial, este enfoque podría prevenir entre medio millón y 750.000 muertes por enfermedades relacionadas con la dieta en 2050 (y muertes por enfermedades coronarias en particular) y podría evitar años de vida vividos con una discapacidad, la mayoría de los cuales se concentran en países de bajos y medianos ingresos.

Aunque los investigadores reconocen que la limitada oferta de pescado forrajero no es suficiente para sustituir toda la carne roja, podría potencialmente aumentar el consumo diario per cápita de pescado hasta cerca del nivel recomendado de 40 kcal en la mayoría de los países, así como reducir las muertes por enfermedades coronarias, ictus, diabetes y cáncer colorrectal en un 2% en 2050.

El análisis sugiere que asignar todo el pescado forrajero a las regiones con menor consumo de pescado, principalmente en países de ingresos bajos y medios (escenario 3), reduciría la carga global de enfermedades de manera más efectiva.

«A pesar del potencial teórico de los peces forrajeros, varias barreras, como el procesamiento de harina y aceite de pescado, la sobrepesca, el cambio climático y la aceptación cultural, pueden impedir que se materialicen los beneficios para la salud de éstos. La coordinación y la acción de políticas multisectoriales (por ejemplo, priorizar el acceso a pescados asequibles, como peces forrajeros, para los que tiene menos ingresos y promover el uso de microalgas ricas en nutrientes como alimento para peces) podrían ayudar a abordar algunas de estas barreras«, sugieren.

Además, en opinión de los autores, las intervenciones culturalmente adaptadas que promuevan estilos de vida saludables, aumenten el apoyo familiar y comunitario y creen conciencia sobre la relación entre la enfermedad y la dieta podrían mejorar las posibilidades de un cambio exitoso de comportamiento y dieta.

Los miles de millones de microorganismos que residen en nuestro organismo pueden ayudar a combatir el cáncer pero, también, a promoverlo y favorecer la metástasis.

Investigadores del Instituto del Cáncer de los Países Bajos han elaborado el mayor catálogo detallado de bacterias que viven durante el proceso de metástasis del cáncer. Tras analizar más de 4.000 tumores, la investigación aporta importante información sobre la diversidad de estos habitantes de nuestro organismo y cómo podrían interactuar con las células cancerosas y su entorno.

Por ejemplo, en el estudio que se publica en ‘Cell‘ se detalla que ciertas bacterias se relacionaron con una peor respuesta a la inmunoterapia.

La investigación, señalan sus autores, aporta información valiosa para una mejor comprensión de cómo las bacterias ayudan o dificultan el cáncer (terapia) y cómo podemos utilizar esto en beneficio de los pacientes.

Sobre y dentro de nuestro cuerpo viven miles de millones de microorganismos: bacterias, virus y levaduras: nuestro microbioma. Los necesitamos y ellos nos necesitan.

Las bacterias, por ejemplo, nos ayudan a digerir los alimentos y cooperan con nuestro sistema inmunológico en la lucha contra los patógenos.

Sobre y dentro de nuestro cuerpo viven miles de millones de microorganismos: bacterias, virus y levaduras

Las bacterias intestinales han sido muy estudiadas, incluso en el contexto del cáncer. Se sabe que pueden influir en la eficacia de la inmunoterapia y la quimioterapia.

Pero estos diminutos cohabitantes también se alojan fuera del intestino.

Así, muchas bacterias se encuentran, por ejemplo, en los tumores.

Y ahora, gracias a los avances tecnológicos, cada vez hay más información sobre qué bacterias se relacionan con el cáncer. Sin embargo, se desconoce en gran medida cómo llegan las bacterias a un tumor y qué hacen exactamente allí.

Debido a que las metástasis es una de las principales causas de muerte por cáncer, los grupos de investigación de Emile Voest y Lodewyk Wessels examinaron más de cerca este proceso de metástasis.

A partir de los datos del Instituto Holandés del Cáncer y del Instituto Oncode, los expertos han mapeado más de 4.000 metástasis de 26 tipos de cáncer para analizar el código del ADN presente.

A partir de ese material genético se puede determinar tanto qué células humanas están presentes, como también qué bacterias, porque éstas también tienen ADN.

Con esa ingente cantidad de información (400 terabytes), los investigadores determinaron qué bacterias se congregan y en qué lugares .

«Sorprendentemente, no sólo las metástasis del cáncer de colon contienen muchas bacterias», señala el investigador Thomas Battaglia.

Lo lógico, comenta Battaglia, sería que estuvieran en este proceso, ya que la mayoría de nuestras bacterias residen en el colon, desde donde posiblemente podrían viajar durante la metástasis a otras partes del cuerpo. «Además, el tipo de bacterias que están presentes en una metástasis está relacionada con la ubicación en el cuerpo y el tipo de cáncer».

Inmunoterapia

También descubrieron un vínculo entre las bacterias y la eficacia de la terapia.

Así, los pacientes con cáncer de pulmón y Fusobacterium en sus metástasis respondieron peor a la inmunoterapia que sus pares sin esa bacteria. «Observamos que cuanto más diversa es la comunidad bacteriana, más activas son las células tumorales adyacentes», explica Battaglia.

Los experto aseguran que su trabajo abre las puertas a la investigación de nuevas formas de tratamiento, por ejemplo contra bacterias que podrían ayudar al tumor. «Nos ayuda a comprender cómo funciona el complejo entorno de los tumores, un entorno en el que todo tipo de células, incluidas las bacterias, conviven y se influyen entre sí».