Era cuestión de tiempo. El Real Madrid aprovechó el periodo sin transmitir sensaciones convincentes en la relación con el partido, pero en el resultado, más o menos, salió a la luz: sin errores en una de estas primeras jornadas de Liga, marcó incluso tres partidos y con un trío. También en el inicio de Champions. Pero hay algunas taras en el equipo blanco en estos momentos y hace falta tiempo para involucrar un tropiezo de los gordos. Y llegó a Lille, donde el Madrid hizo un partido muy limpio en ataqueEs una última parada por la que muchas gracias al empate.
Pero varía las cosas que no completan la operación. Lo más obvio es que, pecado KroosEn Madrid, es mucho más para jugar al fútbol. Ancelotti ha apostado por un juego más vertical, pero en algún momento la venta y la producción ofensiva suele ser baja. Pero hay otras cuestiones, como los momentos individuales de figuras claves del currículum pasado, como Vinicius o Bellingham, o las personas que pasaron a Ancelotti por el sistema, que tomaron uno y finalmente se convirtieron en otro.
Ni Vinicius es Vinicius, ni Bellingham es Bellingham
Si los dos personajes cimentaron en gran medida el desenlace del viaje realizado, fueron Vinicius y Bellingham. Pero ninguno de los dos llega a ese nivel, al menos de momento. En el caso de Brasil, sólo tres veces, aunque el apoyo no incluye menos asistencias (incluidas las sanciones provocadas). Se trata de sensaciones mayores, que no trasladan el fresco al paso de épocas anteriores, como tampoco al inicio de este curso. Y las estadísticas lo respondieron: Intento entender menos que en la campaña pasada (antes, 8,3 cada 90 minutos; ahora, 7,5) y grabo menos con el éxito (3,3 contra 2,6), su porcentaje de acero es ligeramente inferior. (del 39% al 35%) y, en todo, desaparece mucho menos, puede que el pasado curso rozaba los dos desaparece en la puerta cada 90 minutos (1,7) y esta vez no llega a la una (0,9).
En el caso de Bellingham, el problema es mucho más palpable: han brindado asistencia, pero sin dudas, a sus partidos polémicos. La campaña pasada, después de cada partido, había sido anotada por sus tantos. No tienes que comparar estas cifras fríamente, puedes tu papel ahora, desde La liga de Mbappées muy distinto, pero en ingles y aún buscando su mejor versión como medioEsto es lo que propuso, por ejemplo, durante la segunda parte de la Supercopa de Europa ante el Atalanta. Ancelotti lo sabe, pero va a todo el tiempo del mundo: “Su posición es la misma que el año pasado, con todo el resultado del año pasado. Ahora las cosas no lo dicen con la misma claridad, pero soy el único que tiene esperanza”.
Chicos con el sistema.
El trío del Real Madrid, con el paso del tiempo, era necesario para muchos, incluido el dueño de Ancelotti, que admitió que no esperaba alcanzar este nivel. En principio, al final de la campaña, sólo perderá dos partidos (ambos ante el Atleti). Y también está uno de los equipos con el mayor del autor de la carrera italiana: sin que Benzema le sustituya, armó un 4-4-2 y Bellingham se definió en varios momentos. Así, el inglés tiene 23 dianas, la mayor parte del marco inicial del plan de estudios. Luego, cuando Vinicius y Rodrygo alcanzaron velocidad de crucero, el británico retomó su posición jugar como un interior puro, incluso con permiso para quitárselo.
Pero para este curso salieron Kroos y Mbappé, y Ancelotti cambió su nuevo diseño para volar en un 4-3-3.Un esquema que conocemos bien en Madrid. El equipo ha operado prácticamente como jugadores desde que implementaron temporalmente este sistema, pero antes de la llegada de Mbappé a la metrópoli, Carletto prefirió jugar el 4-4-2 de la campaña, incluyendo a Endrick como opción de espera. Y en Lille insistí en esta idea. La creatividad sigue ahí para decir que el Madrid organizará el 4-3-3 con la campaña y acabará con cuatro medios y un resultado más sólido. Ahora todo son sus dudas en este sentimiento. No sabemos cómo mejorar con el equipo blanco.
Central pocos, poco regreso
Hay un punto en el que la planta del Madrid claramente está escasa de efectos, está en el centro de la defensa. Tienen dos potencias sanas, Rüdiger y Militao, esperando a otro que les escuche (Alaba) y a otros que no tienen noticias y que conocen (Vallejo). Tanto es también que Tchouameni hizo el duelo ante el Lille procedente de Zaguero, posición en la que ganó mucho a Ancelotti, aunque no le dio tanta gracia. Y el problema es que los potentes no están solos, sino que han perdido su mayor punto de forma. Rüdiger brilló la pasada campaña, prácticamente sin altibajos; Militao se la pasó lesionado y cuando volvió ya patentaba sulta de ritmo, pero esta temporada compagina buenas acciones con otras cuestionables, como en el derbi ante el Atleti.
Y el principal problema es que aunque no sea rojo, antes de la rotación falla. Nacho, el eterno cuarto central, no estás y su ausencia puede hacer mucho más daño que el que aparece. Y Ancelotti tampoco lo tiene todo respecto a la disposición del alemán y del brasileño, en todo lo relacionado con la salida de balón: normalmente Militao juega en la derecha y el Rüdiger, en el área, pero antes el Alavés se intercambia y en el derbi colocado también volteados, aunque luego volvieron a la disposición original. Veo que estoy mirando a Carletto, parece que no aparezco.
Franceses y entrevistados
En el plano defensivo sólo Carvajal es capaz de cumplir las expectativas. Mendy, por su parte, sigue sensaciones encontradas. La defensa sigue siendo robusta, impenetrable, digna de este título de “mejor lateral defensivo del mundo” que el dios Ancelotti de la época. Pero en esta falta de ideas del Madrid en el medio, es particularmente importante tener un lado profundo y separado en espacios reducidos, como Roberto Carlos y Marcelo, y esos francos no se pueden apreciar. Y Carletto lo sabe: en Lille entró en el banquillo bajando para dar entrada a Fran García, un vehículo de perfil claramente más ofensivo.
En la medular sigue algo parecido, pero magnificado: Tchouameni sigue ofreciendo muchas dudas. Antes el Lille tuvo tres recuperaciones, una sentencia insignificante para un jugador de posición, pero siempre tuvo en cuenta a Camavinga, sin ritmo y jugando de lo más adelantado, realizado siete. El ex Mónaco debe ser amigable para una posición de contacto y con balón tiene la obligación de calzar los zapatos que dejó caer a Kroos, una zona complicada que le permite hacer un boliche. Con la pelota es pulcro (en Lille, el 94% del acero al paso), pero llega. Sí, es un conservadurismo que paga al equipo con el juego lento y predecible del que hizo Ancelotti en rueda de prensa en la primera carrera de la temporada.
Mbappé: 7 goles, poco juego
Todas estas carencias las ve Mbappé con sus goles y de momento se nota en el coche que no nos han marcado: vemos dianas en el francés de momento. El problema es que, hasta el momento, el rescate ya ha terminado. Tres de estos goles fueron de penalti, dos en remates dentro del área con cierta dificultad y el otro a portería vacía. Mientras tanto, el Alavés, durante su vinculación con Bellingham, entrenador y preparador físico, fue el que más se acercó a su versión en plenitud del PSG, encontró un espíritu de esperanza, pero sabe un poco. Aunque seguro que se juega en una posición como la de punta donde deja muchos menos balones con espacios para cuadrar, pero en los momentos de ataque del Madrid necesita más. No es el caso del Lille, donde estamos precisamente para recuperarnos de problemas musculares, pero también para viajar y jugar, aunque sea fuera del banquillo.
El jarrón lleno promedio
Pero en Madrid no hay gente mal informada. También cuentan con futbolistas que mantienen el tono del pase temporal y que incluyen a los mejores. Hemos mencionado el caso de Carvajal, que está en plenitud física con la cosa, es difícil de rebasar. También es Valverde, un pulmón inagogible que, además, está hecho para desenvolverse con soltura, algo que le costó mucho en el curso pasadoen ese hezo tres tantos; ¿vas a buscarlos? Y además, se ha convertido en el principal tirador de larga distancia, lo que le permite desarrollar su potencial. También lo es Modric, que aseguró que el curso lo hicieron morros que habían perdido el protagonismo, pero que este curso sabe desde el principio que es Y dadas las circunstancias, hay más minutos para ellos de los que esperamos. Sin Kroos, es el perfil medio más parecido al alemán y las piezas de pocos espacios en su competencia son imprescindiables. Su entrada en Lille, en compañía de Güler, le permitió llegar a los mejores minutos del Madrid durante el partido. Hace 39 años que no reciben elogios, tenían muchas ganas de ir a Madrid, lo cual es irónico, lo más necesario es que no.
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