La UFC ha llegado a un nuevo acuerdo en una de sus demandas antimonopolio.
El jueves, TKO Group Holdings, la empresa matriz de UFC, presentó un comunicado ante la Comisión de Bolsa y Valores revelando que la organización había llegado a un acuerdo con las partes de la demanda liderada por Cung Le, aceptando un pago de 375 millones de dólares. .
Vea parte de la divulgación a continuación:
“El 26 de septiembre de 2024, TKO celebró un acuerdo con los demandantes para resolver todos los reclamos presentados en el caso Le por un monto total de $375 millones pagaderos en cuotas durante un período acordado por la Compañía y sus subsidiarias luego del rechazo judicial de un acuerdo de solución propuesto previamente. Los términos del acuerdo de conciliación actualizado se han establecido en un acuerdo detallado, que se presentará al tribunal para su aprobación. La Compañía anticipa que el monto del acuerdo será deducible a efectos fiscales. »
En la divulgación no se menciona una segunda demanda antimonopolio encabezada por el ex luchador de UFC Kajan Johnson.
En marzo, TKO anunció que había acordado llegar a un acuerdo en ambas demandas por 335 millones de dólares. Sin embargo, en julio, el juez Richard Boulware rechazó el acuerdo y ordenó que el caso fuera a juicio a partir del 28 de octubre.
Tras la presentación de la demanda, UFC emitió una declaración sobre el acuerdo en el caso Le y proporcionó una actualización sobre el estado del caso Johnson, que cubre a los atletas desde 2017 hasta la actualidad.
“Hemos llegado a un acuerdo revisado con los demandantes para resolver el caso Le con términos que creemos que abordan las preocupaciones del juez Boulware”, se lee en el comunicado. “Si bien creemos que el acuerdo inicial fue justo (un sentimiento que también comparten los demandantes), creemos que lo mejor para todas las partes es poner fin a este litigio.
“Con respecto al caso Johnson, el proceso se encuentra en sus primeras etapas y aún está pendiente una moción para desestimar la denuncia. »
La demanda antimonopolio original, presentada en 2014, afirmaba que UFC participó “en un plan para adquirir y mantener poder de monopsonio en el mercado de los servicios de luchadores profesionales de élite de MMA“, citando contratos exclusivos, coerción y adquisiciones que eliminaban a competidores potenciales, como los principales elementos para seguir adelante con una demanda.