“Antes de decir algo en inglés”, dijo Clemente durante una entrevista televisiva en vivo con el comentarista deportivo Bob Prince, “me gustaría decir algo para mi mamá y mi papá en español. »
En el día más grande de mi vida, para mis hijos la maestría de mi vida, y que mis padres también me den mi maestría en Puerto Rico.
“En el día más importante de mi vida doy mi bendición a mis hijos y les pido a mis padres que me den la suya en Puerto Rico. »
En la cima de su éxito, Clemente decidió recordarle al mundo que él era puertorriqueño, en su idioma nativo.
La decisión de Clemente de hablar español en la televisión nacional fue particularmente significativa dado que al principio de su carrera la prensa a menudo se burlaba de su acento puertorriqueño, citándolo usando una ortografía fonética.
El domingo (15 de septiembre) es el Día de Roberto Clemente, una celebración anual del Premio Humanitario del Salón de la Fama y homónimo del béisbol, que se otorga anualmente al jugador que mejor encarnó el espíritu y el legado de Clemente.
Descubrí el clip de Clemente hablando con sus padres más de 45 años después, cuando yo estaba en mi carrera de periodismo deportivo, que pasé en LasMayores.com. Como mujer cubanoamericana que se había sentido incómoda y avergonzada hablando español en un entorno profesional, fue una experiencia enriquecedora y empoderadora.
Este era un futuro miembro del Salón de la Fama que intencionalmente y sin pedir disculpas era él mismo, a pesar de la intolerancia y el racismo que soportó como hombre afropuertorriqueño.
Esto finalmente se convirtió en la inspiración para mi nueva biografía infantil ilustrada, ¡Llámame Roberto!publicado simultáneamente en español bajo el título ¡Llámame Roberto! e ilustrado por Rudy Gutiérrez, un artista de ascendencia puertorriqueña que capturó vívidamente la energía y el espíritu de Clemente.
Esta historia está bien documentada, pero tal vez nada ha solidificado mi visión de la vida de Clemente como las conversaciones con algunos de sus contemporáneos a quienes tuve el privilegio de entrevistar – en particular su ex compañero de equipo de Panamá Manny Sanguillén y el pionero dominicano Felipe Alou, quienes compartieron una conexión profunda con Clemente como hombres afrolatinos.
Para muchas figuras del béisbol de América Latina y de su natal Puerto Rico, es el coraje que mostró Clemente al defender su identidad lo que lo convierte en una figura venerada. Es este aspecto de su herencia el que he decidido resaltar. ¡Llámame Roberto!comenzando con un título que honra la insistencia de Clemente de que los medios usen su nombre real, en lugar del inglés “Bob” que algunos han tratado de imponer.
¿Por qué un libro para niños? Porque creo que las lecciones de la vida de Clemente (determinación ante la injusticia, autenticidad, orgullo por la propia herencia) son más poderosas en manos de los jóvenes.
Tengo un lugar en el béisbol gracias a gente como Roberto Clemente. ¡Llámame Roberto! Esta es mi humilde manera de decir: GRACIAS.