ATLANTA – Horas después de que AJ Minter usara muletas para caminar lentamente hacia el campo para la foto del equipo de este año, el manager de los Bravos, Brian Snitker, tomó otra decisión cuestionable que destacó aún más la rapidez con la que se evaporó la profundidad de su recinto.
O tal vez el problema fue la ofensiva inconsistente que no pudo superar los dos jonrones solitarios permitidos por Reynaldo López en la derrota por 3-1 ante los Rockies el jueves por la noche en Truist Park.
De cualquier manera, los Bravos perjudicaron sus posibilidades de llegar a los playoffs al perder otro juego que se suponía que debían ganar. Dividieron la serie de seis juegos de esta temporada contra los Rockies, quienes poseen el segundo peor récord en la MLB. ¿El equipo con el peor récord? Fueron los históricamente malos Medias Blancas quienes ganaron dos de sus 32 en tres juegos contra Atlanta.
Quizás la parte más frustrante de esta última derrota fue la incapacidad de burlar al lanzador abridor de los Rockies, Austin Gomber, quien permitió sólo una carrera y cinco hits en ocho entradas. Tres de esos hits, incluido el sencillo de Ramón Laureano, llegaron en la primera entrada.
El doble de Orlando Arcia en la parte alta de la segunda entrada fue la última velocidad de salida de 100 mph concedida por Gomber, cuyo hit de cuatro costuras promedió 89.8 mph.
López permitió un jonrón solitario a Michael Toglia en la segunda entrada y otro a Ezequiel Tovar en la sexta. Dejó el campo después de 91 lanzamientos cuando los Bravos estaban abajo por sólo un punto.
Snitker optó por darle el balón a Luke Jackson, quien entró en la noche habiendo permitido una efectividad de 8.57 en sus nueve apariciones desde que fue adquirido de los Giants el 30 de julio. Un error de tiro de Sean Murphy provocó la carrera sucia de Jackson. Pero la decisión de usarlo con el juego a su alcance generó preocupaciones sobre cómo podría desempeñarse el bullpen en las últimas semanas de la temporada regular.